Maniató, abusó y mató a golpes a un jubilado que le cebaba mates cuando iba a visitarlo

El anciano de 78 años fue encontrado sin vida, desnudo y con claros signos de violencia en el baño de su casa.

Un anciano de 78 años, identificado como José Gosen, fue maniatado, abusado sexualmente y asesinado a golpes en la localidad bonaerense de San Nicolás, el pasado 19 de diciembre.

El lunes pasado, detuvieron a un hombre de 34 años como sospechoso del ataque mortal al jubilado y militar retirado. “Sobre él pesaba ya un pedido de captura activo desde fines de diciembre del año pasado. Conocía a la víctima e iba a su casa seguido”, dijo una fuente con acceso al expediente.

El arresto se concretó luego de varios allanamientos realizados por los policías de la DDI local, luego de un análisis exhaustivo de distintas cámaras de seguridad de la zona y del seguimiento del celular de la víctima que había sido robado de su casa el día de su muerte, junto con las llaves de la propiedad Gosén y el arma que el jubilado tenía registrada a su nombre de su pasado como militar.

Tras el arresto del sospechoso, la fiscal Baños indagó el martes al detenido, pero se negó a declarar. “Lo único que dijo fue que el día del homicidio estuvo trabajando hasta las 23, luego cenó con su familia y se fue a dormir”, confiaron fuentes del caso las escuetas palabras del principal acusado de matar a Gosén.

El sospechoso fue imputado por el delito de “abuso sexual seguido de muerte con hurto calamitoso” y permanecerá detenido en la DDI de San Nicolás hasta que el juez de garantías Ricardo Prati disponga su traslado a una unidad carcelaria del Servicio Penitenciario Bonaerense.

De acuerdo con los datos de la autopsia, el jubilado falleció a causa de una hemorragia digestiva, luego de una violación. “Si bien no hay certezas de que fue a asaltarlo, lo cierto es que mientras la víctima agonizaba maniatado en el baño, se aprovechó de esas circunstancias para robarle”, explicaron.

Nacido en la provincia de La Rioja, José Gosén había cumplido 78 años el pasado 10 de diciembre, nueve días antes de su asesinato. Vivía solo y no tenía hijos. Tras el crimen, sus restos fueron sepultados en el Cementerio Municipal de San Nicolás.

Varios testigos contaron que era muy respetuoso y querido en la cuadra, y en los alrededores del barrio Don Américo. “Recibía chicos del barrio que iban a estar con él, y les cebaba mates mientras le hacían compañía. Uno de ellos era el detenido”, revelaron.