Investigan si el piloto iraní del avión retenido en Ezeiza tiene vínculos con grupos terroristas

Se trata de Gholamreza Ghasemi Abbas y tendría relación directa con la Guardia Revolucionaria Iraní.


Luego de que la Justicia ordenara retener por otras 72 horas los pasaportes de los cinco iraníes que viajaron en el avión de la empresa venezolana EMTRASUR, las autoridades argentinas decidieron profundizar la investigación sobre el piloto de ese vuelo, Gholamreza Ghasemi Abbas.

Nacido el 22 de noviembre de 1958, sería accionista y miembro de la junta directiva y director ejecutivo de la aerolínea Qeshm Fars Air, utilizada por la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC) para mover armas y equipamiento militar a Siria durante la guerra civil en ese país. Su nombre además coincide con un ex oficial de esa organización.

Según la información suministrada por agencias internacionales, Ghasemi también habría sido presidente de Iran Naft Airlines, luego re-denominada Karun Airlines.

El piloto está en la mira de las autoridades paraguayas, porque fue parte de la tripulación que aterrizó el 13 de mayo pasado en el aeropuerto Guaraní, en la ciudad de Minga Guazú, a solo 13 kilómetros de Ciudad del Este. En ese viaje, la tripulación también estaba integrada por venezolanos e iraníes. Todos se alojaron en el hotel Dazzler de Ciudad del Este.

El avión aterrizó ese día en Paraguay y viajó a Aruba con un cargamento de cigarrillos valuado en USD 755 mil, al menos es lo que surge de la documentación.

Según la factura 001-002-0000640, emitida por la empresa Tabacalera del Este SA (TABESA), vinculada al ex presidente de Paraguay Horacio Cartes, se trasladaron 6010 paquetes de “Ibiza extra suave doble filtro short” y 1076 paquetes de “Ibiza extra suave King Size”.

El cliente declarado en ese mismo documento es la empresa Tabacos USA Inc, pero la firma receptora fue Tabacal Free Zone Nv, con sede en Aruba.

De los 7 iraníes, apenas dos coinciden con los tripulantes del vuelo a Ezeiza que ahora esperan una definición en un hotel de Caning: Gholamreza Ghasemi y Abdolbaset Mohammadi.

Luego del escándalo, las fuerzas de seguridad y de inteligencia de varios países comenzaron a cruzar información sobre los iraníes. “Ghazemi es CEO de Mahan Air, vinculado directamente las Fuerzas Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán. Su hermano es mártir de la revolución islámica”, dice un informe reservado de la inteligencia de Paraguay que circula por estas horas entre los funcionarios argentinos.

Los otros tres iraníes que viajaron a Buenos Aires son Mohammad Khosraviaragh, Mahdi Mouseli y Saeid Vali Zadeh. Además, había un total de 14 venezolanos que ya recuperaron su pasaporte.

Las autoridades igualmente investigan los antecedentes de Cornelio Trujillo Candor, exGerente General de Seguridad Aeronáutica del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) y mencionado en el caso de la valija de Antonini Wilson. Dos meses después de ese escándalo, Trujillo Candor fue condecorado con la “Medalla al Mérito Aeronáutico” aunque ejercía funciones en el aeropuerto de Maiquetía, última escala antes de llegar a Aeroparque.

Los venezolanos están autorizados para volver a su país, pero sólo lo pueden hacer en un vuelo de línea.

Esta mañana, el juez Federico Villena le ordenó hoy a la Dirección de Migraciones que retenga el pasaporte de los iraníes por otras 72 horas. Además, aceptó como querellante a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que presentó una denuncia y solicitó varias medidas de prueba. También le ordenó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que informe “cualquier movimiento que se produzca sobre la aeronave matrícula venezolana de la empresa Emtrasur­, la cual se encontraría en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza Ministro Pistarini”.

El avión, un Boeing 747-3B3(M) de la empresa Emtrasur, aterrizó el lunes pasado al mediodía en el aeropuerto de Córdoba por la neblina que había sobre Buenos Aires, pero dos horas más tarde, a las 14.35, llegó a Ezeiza, donde lo estaban esperando. En un operativo conjunto, con intervención de PSA, Aduana, Migraciones y la PFA, revisaron varias veces el avión. “Transportaba autopartes para una empresa automotriz. Se revisó la carga varias veces, pero no se encontró nada extraño y fue liberada“, dijo una fuente oficial.

La situación cambió el miércoles a la tarde: la aeronave intentó viajar a Uruguay para cargar combustible y, de esa manera, poder regresar a Venezuela, pero el gobierno de ese país decidió cerrarle su espacio aéreo y tuvo que regresar a Ezeiza. En ese momento actuó Migraciones y les retuvo el pasaporte a todos los tripulantes.

La decisión se basó en el artículo 35 de la Ley de Migraciones que habla de una “sospecha fundada que la real intención que motiva el ingreso difiere de la manifestada al momento de obtener la visa o presentarse ante el control migratorio”.