Instituto y el triunfo del despegue: cinco motivos para soñar con un final distinto

Instituto, que en enero fue campeón en Uruguay, sueña con recuperar protagonismo en la Primera Nacional.

Ningún club lleva tantos años en la Primera Nacional como la Gloria. Salir de este laberinto es el gran desafío para un club que de mínima busca recuperar protagonismo y estar otra vez en la pelea.

No hay equipo que conozca mejor la Primera Nacional que Instituto. Desde que descendió a la segunda categoría a mediados de 2006, nunca más pudo dar el salto a Primera División. En más de un caso estuvo muy cerca, pero el final siempre terminó siendo el mismo. Incluso hubo temporadas tan malas en que lo único para festejar fue el hecho de haber mantenido la categoría.

Instituto buscará este sábado desde las 19.30 un nuevo triunfo para seguir escalando posiciones.


Pero, una vez más, el inicio del campeonato le da a los hinchas motivos para soñar con volver a tener un equipo protagonista. Al menos eso, ya que pensar en ascenso o fracaso es por demás determinante en un certamen que otorga premio para solo dos de ¡37! equipos.

Habiendo jugado dos partidos de visitante y uno solo de local el equipo de Lucas Bovaglio está invicto, con cinco puntos que bien podrían ser siete o más si hubiese tenido mejor puntería de cara al arco rival. O si el arbitraje en Río Cuarto no lo hubiese perjudicado.

De todos modos, al albirrojo todavía le falta volumen de juego, tiene mucho por mejorar y será clave que esté sábado (19.30) le gane a Nueva Chicago en Alta Córdoba para seguir alimentado la esperanza de sus hinchas.

Pero, más allá de los resultados, ¿qué se hizo de distinto este año para soñar con un equipo protagonista?, ¿por qué los que conocen de cerca al Mundo Instituto se atreven a soñar con un final diferente?

Acá, un resumen con cinco de esos motivos.

  1. Federico Bessone. La apuesta por un mánager que se ponga al hombro el mercado de pases y el armado del plantel fue un acierto. “Fede” además es un hombre de la casa, formado como futbolista en el club y preparado para el puesto tras su experiencia en Belgrano. Los dirigentes se despegaron así de un trabajo para el que no suelen estar preparados y delegaron esa tarea clave en un estudioso del fútbol y de la categoría. Como detalle que grafica la cuestión, Bessone se tomó el trabajo de ver todos los partidos del torneo jugados hasta el momento.
  2. Juan Manuel Cavagliatto, un presidente ambicioso. Quizá no lo diga con un micrófono prendido, pero puertas adentro el máximo dirigente sostiene que quiere ir por todo. Que no vino para estar de paso. Que quiere quedar en la historia del club que ama y por el cual su familia trabajó durante años. Por eso trabaja día y noche en su remodelada oficina dentro de la institución. Le quita el sueño el hecho de poder conseguir con el fútbol todo lo que logró con el básquet. Y puso manos a la obra en pos de ese anhelo.
  3. Refuerzos de jerarquía. Instituto buscó refuerzos con “chapa” para la categoría y los consiguió. Pero siguiendo un criterio generalizado en la mayoría de los casos. Futbolistas ni muy grandes ni muy jóvenes, con rodaje en la categoría y con espíritu ganador. Entre otros, vino Roberto Bochi (el señor de los ascensos) y Fernando Alarcón, zaguero titular en el Tigre campeón. Además, se sumó Diego Becker, que también subió a Primera el año pasado con “el Matador”. Y vinieron Claudio Pombo y Gabriel Graciani, que en 2021 ascendieron con Sarmiento de Junín. Además, se sumaron dos goleadores con paso por Primera como Nicolás Mazzola y Patricio Cucchi.
  4. Renovación completa. Muchos jugadores habían cumplido un ciclo en el club. No dieron la talla y la gente estaba hastiada de varios de esos futbolistas. El simple hecho de verlos en cancha generaba una tensión que incluso ponía más nerviosos a esos hombres. Y Bessone se encargó junto a la directiva de “pasar la escoba”. Además, a diferencia de otros años en que los “pibes” saltaban a la cancha como consecuencia de la mala elección de los refuerzos, ahora tienen su lugar aquellos juveniles que se lo ganan en la semana. Se elevó la vara y es bueno para la Gloria que así sea.
  5. Apoyo masivo. Pocos clubes en la categoría tienen más socios que Instituto. Para ver el primer partido como local hubo más de 15.000 asociados en el Monumental. Y teniendo en cuenta el triunfo del lunes frente a Almagro es probable que ese número se incremente. Además, se trabaja para “unir” a todas las hinchadas en una popular, buscando aumentar la presión que históricamente los rivales sentías cuando visitaban Alta Córdoba.
Cavagliatto sueña con un Instituto en Primera. Y trabaja para eso.